El Canto de los Signos es una exposición que descubre enigmas y lenguajes secretos. Es exhibida en la Casa Natal de Pablo Picasso, en Costa del Sol.
Por M. Esther BELTRÁN desde España
Málaga, España.- La Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso en la ciudad de la Costa del Sol presenta la exposición Picasso el canto de los signos, se ocupa de un caso único en la producción del artista malagueño como ilustrador al recurrir a signos que componen un alfabeto imaginario.
Mario Virgilio Montañez, curador de la exposición expresa que esta exposición intentan responder a este enigma y lo hace con un par de posibilidades. Por un lado cuenta un lenguaje secreto, como un grupo de signos de bailan y se meten entre las páginas tristes de estos poemas que hablan del sufrimiento de la segunda guerra mundial por lo que el rojo sangre no es casual. Pero por otro hablado de una vieja idea de Picasso de usar líneas y puntos de las cartas astronómicas que tanto le gustaban como elemento gráfico. El mismo lo refería y ya había adelantado algo en las ilustraciones que hizo para un libro de Balzac en 1931.
“En 1948 el artista malagueño ilustró un libro de Pierre Reverdy que constituye un caso único en su producción como ilustrador al recurrir a signos que componen un alfabeto imaginario: Le chant des Morts, del que la Casa Natal posee un ejemplar donado por Chistine Ruiz- Picasso en 1992 y que perteneció al propio Picasso.
A lo largo de 125 litografías realizadas entre enero y marzo de aquel año, Picasso se dejó arrastrar por un impulso abstracto raras veces visitó en él, y que sólo tenía su precedente en los dibujos que se reprodujeron xilográficamente en varias páginas de la edición especial del libro. Le chef d’o euvre inconnu de Balzac, en 1931. Ambos repertorios de ilustraciones abstractas encuentran en esta exposición su reflejo.
A la vez, esas formas elementales con las que ilustró el libro de Reverdy reapareceran a partir de noviembre de ese mismo año formando parte de diversas litografías en las que las usa para componer imágenes muy diversas que abarcan desde la Naturaleza muerta al retrato o el paisaje. Picasso no sólo retoma las formas de 1948 a lo largo de una década, sino que también incluye en algunas obras los lejanos signos de 1931, en una pirueta sorprendente como se aprecia en retratos de Balzac y de su hija Paloma o en paisajes de Vallauris. Esta aventura visual picassiana protagoniza esta exposición, nutrida con fondos provenientes en su totalidad de la colección del Museo Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso”.
Durante el recorrido por la exposición se ven láminas originales del libro de Balzac donde se aprecian imágenes previas de este recurso gráfico basado en las estrellas.
Esta exposición se muestra al público con el orgullo de ver el material con el que cuenta Málaga de su artista universal.
