METALLICA: LO VOLVIÓ A HACER EN SU 2DA NOCHE, EN MÉXICO

METALLICA


Metallica dio muestra de poder en su segundo concierto en el Foro Sol de la ciudad de México. La banda californiana no se deja inmutar por nada y con un lugar abarrotado, logra sorprender nuevamente.

Texto y Fotos de Rogelio MATAMOROS

METALLICA
Metallica.
Hace muchos años que Metallica fue producido con un productor mainstream y comenzó a ganar premios Grammy; grabó con Mariane Faithful, sus integrantes se cortaron el cabello, visten Armani, fueron la banda de acompañamiento para un disco experimental de Lou Reed, grabaron Load y Reload, realizaron un concierto sinfónico, se presentaron con un pianista chino y recientemente también lo hicieron con Lady Gaga. Entonces esto deja muy claro que estamos ante una banda que le gusta apostar por los riesgos.

Dicho lo anterior, Metallica regresó a México por séptima ocasión para realizar tres conciertos en el Foro Sol, con lo que sus presentaciones en nuestro territorio suman veintitrés, (de las cuales una fue para una entrega de premios realizada en Guadalajara, en 2008).

En esta ocasión la promoción de su más reciente grabación, Hardwired… To Self-Destruct, es la que agotó aproximadamente (o más de) 200 mil boletos para estas tres noches en el Foro Sol de la ciudad de México, en las que los californianos se hicieron acompañar de la leyenda viviente y auténtico padrino del punk rock y el rock alternativo, Iggy Pop. Además (previa convocatoria y concurso), tres bandas mexicanas tuvieron el honor de comenzar las actividades sobre el monumental escenario.

También con esta jornada en este auditorio multiusos, Metallica estrenó su producción para estadios, la cual llevará por América del Norte al lado de Avenged Sevenfold y Volbeat. Y como era de esperarse la tecnología habría de jugar un papel importante para corroborar la vigencia de Metallica en la hoguera de las vanidades que significa este circuito del stadium rock, el polémico círculo que polemiza tanto entre la crítica y las audiencias.

Las taquillas habían cantado las “localidades agotadas” desde hacía varios días y la oferta y demanda de boletos a las afueras del estadio lo corroboraron cada noche. Entre interminables pasillos de mercancía de todas las procedencias, las hordas de negro se encargaron de poblar cualquier rincón del otrora estadio de baseball.

Puntuales a las 6:45 durante cada una de las noches Cerberus, Halcón 7 y Los Sicarios Del Rock & Roll respectivamente, aprovecharon los treinta minutos asignados para calentar al público y hacer su sueño realidad; y es que no es cosa de todos los días presentarse ante miles de espectadores y mucho menos con anfitriones de esta magnitud.

Tras ellos, el invitado especial de Metallica y denominado por la historia como el Padrino del Punk, Iggy Pop con 69 años a cuestas y cojera que lo acompaña, sorprendió a propios y extraños (muchos miles), con una actuación plena de rabia, talento y tablas. El oriundo de Michigan explotó sus temas más populares durante los primeros minutos de su actuación y se terminó de comer a un estadio lleno de público que no era precisamente el suyo, con una descarga de puro y absoluto rock and roll de alto octanaje. Con la locura que lo caracteriza y su eterna desnudez de la cintura para arriba, Iggy brincoteaba y paseaba su abdomen longevo a través de la pasarela que rodea el snake pit, mientras interpretaba material de su faceta con The Stooges y como solista. De esta forma Iggy Pop escribió un breve pero histórico capítulo más en el libro del Foro Sol.

Aunque se había anunciado que Metallica saldría a escena en punto de las 21:00 horas, no fue sino hasta las 20:25 que Ennio Morricone erizó de nueva cuenta la piel de muchos y en las pantallas comenzaron las correrías de Eli Wallach. En breve, la intro de “Hardwired” acompañó a las imágenes que ilustran el más reciente trabajo discográfico de la banda, desplegadas en las cinco pantallas gigantes que en conjunto conforman el monumental escenario y que se enmarca entre la M y la A de la tipografía clásica de Metallica.

Así empezó la descarga que congregó a más de 65 mil personas en esta ocasión, con la energía thrashera que Metallica ofrece a estas alturas del partido siendo ya unos cincuentones. Sin otorgar se enlazaron con “Atlas, Rise!” Bajando sólo un poco la velocidad pero con los riffs a todo y el efecto que causa el bombardeo visual del escenario y el ensordecedor equipo de sonido, que con la emotividad entre el público desembocó en catarsis.

Para bien o para mal “For Whom The Bell Tolls” suena “calcadita” (y es que los seguidores de Cliff Burton y Jason Newsted son algo especiales). Lo que hace Trujillo desde hace años como cuarto jinete es tremendo y en ocasiones y entornos como éste es algo apabullante.

A continuación vendría un bloque en el que la banda reemplaza canciones de concierto a concierto y mientras que en la primera de las fechas interpretaron “The Memory Remains” y “Welcome Home (Sanitarium)”, durante la segunda entrega se disfrutaron “Fuel” y “The Unforgiven”.

De regreso a las novedades con “Now That We´Re Dead”, Metallica puso a prueba la resistencia de los recalcitrantes con un ensamble de tambores a la mitad de la interpretación, muy en el estilo tribal de Sepultura. Experimentando con los sonidos, Kirk Hammett demostró que en ocasiones no todo es wah-wah (efecto de pedal en la guitarra).

El momento de “Moth Into Flame” llegó y no, nunca salió Lady Gaga. De vuelta en el tiempo se estacionaron en “Harvester Of Sorrow” precediendo a otras intercambiables pero ahora del disco reciente. La primera noche se escuchó “Confusion” y en la segunda “Halo On Fire”. Para entonces no hay duda de que Metallica conoce el escenario y se mueve en él con soltura a pesar de sus dimensiones y con esto no estamos hablando de cantidades. Metallica se ha encumbrado a esta posición para ocupar un espacio que alguna banda de heavy metal habría de llenar y para ello han concedido pero porque así lo han querido. En este trámite muchos de sus seguidores originales los han abandonado, pero millones más los han acompañado.

“The Four Horsemen” y “No Remorse” fueron el platillo a la carta de Kill´Em All y con la obviedad de “Sad But True” el Foro Sol experimentó el movimiento de cabezas masivo más uniforme de la noche. Llegó “One” con su juego de rayos láser y nadie recordó que con la incursión de su videoclip en MTv, muchos comenzaron a sentirse incomodados. En medio de esa enjundia, “Master Of Puppets” desbordó las emociones. A pesar de los breves arreglos con los que en ocasiones entre cortan los riffs, la interpretación de la banda es impecable, aunque el caballo en el que galopa Lars Ulrich relincha por agua y descanso.

“Fade To Black” y “Seek And Destroy” (ya con las luces del estadio encendidas), anuncian el final de la fiesta, con el público a nivel de pista jugueteando brevemente con las pelotas que han brotado de la nada y que muchos de inmediato han comenzado a desinflar para conservar como un valioso recuerdo.

El encore (también a la carta), ofrece “Fight Fire With Fire” y “Battery” como acelerón final de la noche, para comenzar a relajar con la oportunidad de escuchar a James Hetfield tocar uno de los pocos solos que le conocemos con “Nothing Else Matters” y llegar así al cierre con “Enter Sandman” en medio de la lluvia pirotécnica.

Así es como Metallica de nueva cuenta se dio vuelo en México, satisfaciendo a la cuantiosa fanaticada que aquí le rinde pleitesía. Presentaron en vivo buena parte de su más reciente entrega e incluso estratégicamente incluyeron en el precio de los boletos la venta de dicho disco a cada uno de los asistentes, lo cual les otorgó un reconocimiento de Doble Platino por sus ventas.

Así es como Metallica llega a la marca de los cincuenta años de edad en sus integrantes, haciendo lo que más les gusta y lo que más les conviene. Sin engañar a nadie, los acompaña quien quiere y por lo visto es una legión porque son muchos.

Sin duda, la banda lo volvió a hacer en su segunda noche en este país y aún falta una noche.