TRIPTYKON: LA TRILOGÍA DE UN LEGADO INSUPERABLE; EN MÉXICO EL 18 DE MAYO

Triptykon es la última parte de un legado creado por Thomas Gabriel Fisher, quien abrirá una nueva página en la historia musical extrema, el próximo 18 de mayo, cuando se presente en el Circo Volador.

TRIPTYKON: LA TRILOGÍA DE UN LEGADO INSUPERABLE
El Último Capítulo En La Historia de Thomas Gabriel Fisher
Por Rogelio MATAMOROS
Boletos a la venta.
“Alguna música fue creada para mantenerse subterránea”, fue el slogan de alguna compañía discográfica que precisamente a principios de la década de los ochentas se dedicó a editar música con estas características. Se trataba de un género que por su naturaleza extrema, pesada, violenta, oscura y lejana a lo convencional, jamás llegaría a formar parte de lo que se conoce como mainstream (o al menos en un principio).

Entonces el heavy metal, ya como corriente musical, comenzaba a emprender el vuelo con gran potencial comercial y las bandas clásicas, ya establecidas, se encontraban fichadas por las grandes compañías discográficas con distribución y promoción internacional.

Thomas Gabriel Fisher es un guitarrista suizo que precisamente en esos años formó parte de la camada de perpetradores que forjaron, lo que bajo esas directrices se conoció como heavy metal subterráneo. En 1981 bajo el influjo de Black Sabbath, Motörhead y Venom formó Hellhammer, un trío que creó música extremadamente pesada y oscura, veloz y también muy rápida, pero siempre bajo la lírica, el concepto y la estética del obscurantimos y lo oculto. Pero tras la grabación de tres demos (Death Fiend, Triumph Of Death y Satanic Rites) y Apocalyptic Rides (un Ep de cuatro canciones editado en marzo de 1984), se separaron sólo para regresar unos meses después, ahora bajo el logotipo de Celtic Frost.

En esta nueva faceta Fisher (entonces conocido como Tom Warrior), continuó con la complicidad de Martin Eric Ain (un bajista estadounidense avecindado en Suiza), con quien toda la imaginería satánica que los caracterizaba, compartía responsabilidades desde la etapa más “estable” de Hellhammer. Entonces tras su debut con el mini Lp Morbid Tales (también de 1984), el impacto de sus vociferaciones fue inminente. El rock pesado de Celtic Frost desde entonces y para siempre fue inigualable. Riffs elementales, a baja, mediana y alta velocidad; alejados de cualquier virtuosismo pero de absoluta contundencia. Ambientaciones macabras que bien podrían sonorizar películas de terror y también las portadas más impactantes del género, eran las características de la banda.

De inmediato para las audiencias alrededor del mundo, la influencia de Celtic Frost (/Hellhammer), Venom y Bathory sería considerada como las piedras angulares de lo que ya comenzaría a conocerse como black y death metal, subgéneros que entonces se delineaban primordialmente por la temática de sus canciones y la estética de sus integrantes.

Metal Gótico Extremo.
Los discos To Mega Therion (1985) e Into The Pandemonium (1987) conservaron cautivo a su público, ávido de pesadez. Pentagramas, demonios y las xenomórficas creaciones de H. R. Giger se volvieron lugares comunes en el universo de Celtic Frost, así como por supuesto su peculiar música, la cual se fue transformando para bien o para mal (específicamente para sus más recalcitrantes seguidores heavymetaleros).

Cuando grabaron Cold Lake (1988) y Vanity / Nemesis (1990), Fisher no tuvo temor de llevar a Celtic Frost por terrenos de experimentación (lo cual incluso pronto los calificó como una banda de avant-garde metal) incluso con tintes hardrockeros y glamourosos, ni el menor reparo para que la banda grabara versiones de otros artistas tan dispares con su naturaleza como Roxy Music o David Bowie (incluso ya previamente habían grabado Mexican Radio de Wall Of Voodoo). Sin embargo tanto riesgo finalmente cayó de peso en un importante sector de sus seguidores, lo cual aunado con las constantes diferencias entre los integrantes, los cambios de alineación y los problemas financieros, arrinconaron a Celtic Frost en el callejón de la desintegración.

Durante esta temporada de semi retiro, Fisher dedicó tiempo a su proyecto de metal industrial Apollyon Sun (nombre que originalmente sería el título de un siguiente álbum de Celtic Frost) y trabajó como director de un museo y asistente personal de (su paisano) H.R. Giger.

En 2001 los dos aún integrantes “originales” se reunieron y comenzaron a trabajar en lo que sería Monotheist (2006), el cual en muchos sentidos terminaría siendo el disco más pesado y oscuro de la banda. El regreso de Celtic Frost por los senderos de la maldad musical satisfizo a propios y extraños, de antiguas y nuevas generaciones. La consecuente gira de conciertos los mantuvo en la carretera durante casi dos años. Sin embargo durante el periplo, la relación entre los integrantes se erosionó y las constantes discusiones entre ellos causó tal tensión que ansiaban ver llegar el final de la misma.

Thomas Gabriel Fisher, genio musical.
Las últimas fechas de dicha gira se realizaron en México hace poco más de una década. La contratación de dichas fechas generó quizá las discusiones más ríspidas entre la banda, lo cual incluso quedó registrado en el documental Celtic Frost – A Dying God. Esa noche en el foro donde se llevó a cabo la presentación, en la capital de este país, toda la tensión del baterista Franco Sesa salió volando con los tambores de la batería al final del concierto.

Fisher y Ain anunciaron la separación definitiva de Celtic Frost para 2008, hace algunos meses, el 21 de octubre de 2017, Ain falleció de un infarto.

Negado a descansar en paz, Fisher fundó Triptykon. Con esta agrupación comenta que precisamente esta concluyendo el tríptico cuyos otros ángulos equiláteros fueron Hellhammer y Celtic Frost. Musicalmente continúa la saga que dejó inconclusa luego de Monotheist (material en el que incluso ya se encontraba trabajando desde entonces).

Triptykon se conforma obviamente por él como mente maestra, guitarrista, cantante y algunas programaciones, V. Santura (quien lo acompañó en la última gira de Celtic Frost), en la guitarra líder; Vanja Slajh, en el bajo y el baterista Norman Lonhard. Han grabado dos discos, Eparistera Daimones y Melana Chasmata.

Tom Gabriel Fisher definió a Triptykon diciendo que “así como Celtic Frost nació de las cenizas de Hellhammer, ahora Triptykon nace de las cenizas de Celtic Frost”.

Triptykon se creó específicamente para continuar y evolucionar la oscuridad invocada por sus precursores inmediatos, los pioneros black / extreme metaleros Hellhammer y Celtic Frost.

“Triptykon sonará tan similar a Celtic Frost como sea humanamente posible y el álbum en el que estoy trabajando presentará todo el material que visioné como sucesor de Monotheist. Quiero que este álbum sea más oscuro, más pesado y ligeramente más experimental que éste”, indica.

Es con este bagaje histórico que la banda se presentará en la ciudad De México, el próximo 18 de mayo, en el Circo Volador. El mismo lugar que ya una vez fungió como ataúd para Celtic Frost, será ahora del cual emergerá este dios moribundo cual muerto viviente en la piel humana de Triptykon, una de las entidades musicales más obscuras que el mismo rock subterráneo y pesado haya engendrado.

Los boletos están a la venta.