Luis Villoro fallece en su casa de la ciudad de México. El escritor, doctor en ciencias políticas, diplomático, filósofo e investigador, muere a la edad de 91 años. Fue un ejemplo para muchos escritores contemporáneos y fiel seguidor del EZLN.
Por Carmen Esquivel / Foto de Moysés ZÚÑIGA
Luis Villoro Toranzo , nacido en España, el 3 de noviembre de 1922, fallece en su casa de la ciudad de México el día de hoy a causa de un paro respiratorio, así lo informó su hijo Juan Villoro.
Don Luis Villoro tenía 91 años. Escribir de Don Luis Villoro es un privilegio, un hombre que realizó y tuvo muchas facetas en su vida, catedrático, maestro, filosofo, investigador, escrito, cuenta cuentos, doctor en ciencias políticas y diplomático sólo por mencionar algunas y muere esta tarde a causa de un paro respiratorio.
Los andares de Luis Villoro por México se dan en el marco de la segunda guerra mundial cuando se decide que se reúna con su madre en este país; el joven llega a la hacienda propiedad de su familia y se da cuenta que es parte de explotadores, los campesinos ancianos que eran parte de sus jornaleros le hicieron cambiar su modo de ver la realidad campesina en nuestro país; se abría entonces para él, ese sentido de justicia que tuvo casi toda su vida, su primer libro lo demuestra, Los Grandes Momentos del Indigenismo en México.
Su deseo de transformación social lo enfrentó desde joven a un conflicto que no se resolvió del todo, comprometido con la izquierda no institucional, Luis Villoro fue de los pocos intelectuales que siguió al EZLN, incluso en sus últimos días de vida.
Su última obra escrita fue un intercambio epistolar con El Subcomandante Insurgente Marcos, sobre ética y política, en 2011.
Luis Villoro fue querido y admirado por muchos compañeros de izquierda, comprometido con la causa zapatista, fiel seguidor del EZLN, siempre con las causas justas de los pueblos zapatistas.
Sin dejar a un lado su fidelidad hacia este movimiento, incluso en sus últimos días de vida, hoy muere el maestro, el escritor Luis Villoro.
Nota del Redactor: En las cientos de veces que me tocó estar en el mismo lugar donde Luis Villoro hablaría, lo único que se escuchaba era el respeto que todos los presentes le teníamos. Hasta la vista compañero, tus palabras y enseñanzas las llevo en el corazón. Descansa en paz.
