Megadeth fue recibido con total vehemencia por su fiel público en el Pepsi Center WTC. El concierto fue conciso, rápido, concreto. La banda norteamericana emocionada con esta enésima visita.
Por Rogelio MATAMOROS / Fotos de Andree Dulché (Pólvora Magazine)
Dave Ellefson, compañero inseparable de Mustaine.
Hace apenas unas semanas y precisamente en este mismo escenario capitalino Dream Theater presentó su muy particular apreciación hacia la macabra realidad de lo que significa vivir en la distopía, es decir, en la antítesis de la utopía. Ahora tocó el turno de Dave Mustaine y sus muchachos, quienes con lujo de agresividad musical y en medio de una muy eficiente puesta en escena, presentaron formalmente (si consideramos como “especial” su presentación en el Knotfest de diciembre pasado), su más reciente trabajo conceptual titulado… sí, Dystopia.
Precisamente ahora que México vive sumergido en la más distópica de las realidades que Megadeth llegó para presentarse por novena ocasión, ahora en cinco diferentes escenarios del territorio Nacional. Como es costumbre, el público mexico-citadino se les rindió desde el primer momento en que la altamente tecnológica escenografía cobró vida. Esa suerte de turbina gigante o (también gigante) tablero de operaciones y control espacial, sirvió como escenario para que los mega Daves hicieran gala de la renovada pila que se cargan.
Lo primero que capturó la atención fue la velocidad con la que la banda interpretó el clásico “Hangar 18”, pues fue evidente que Dirk Verbeuren (ex baterista de Soilwork), llegó para pisara fondo el acelerador de la banda. Desde este momento quedó claro que la maquinaria entre Mustaine y Kiko Loureiro está perfectamente aceitada. Por su lado Dave Ellefson, como de costumbre realizó su trabajo de manera muy eficiente, pues Megadeth no es precisamente un combo diseñado para el lucimiento del bajista (al igual que la mayoría de las bandas inscritas en este celebrado subgénero metalero).
La calidad del audio fue buena en general, a pesar de que en ocasiones la batería y la guitarra de Loureiro batallaron para brillar como se debe. Sin embargo esto es algo que aparentemente a la multitud que llenó decorosamente el lugar no le importa, pues la celebración y el festejo se desbordaba y la certificación de ello se podía medir en las revoluciones por minuto que se alcanzaban en el slam y en los mililitros de la cerveza que constantemente volaban sobre las cabezas del público.
Dave Mustaine, interactuó como pocas veces con los mexicanos.
Como debe de ser, cuando una banda se encuentra promoviendo su más reciente producción en concierto, interpretan una buena selección de estos temas y así lo hizo Megadeth. De Dystopia esta noche fueron interpretadas “The Threat Is Real”, “Poisonous Shadows”, “Conquer Or Die!”, “Fatal Illusion”, “Post American World” y por supuesto la que da nombre al flamante disco que desde su lanzamiento puso a salivar a los entusiastas del género.
La proyección de imágenes en alta definición a través de las diversas pantallas que formaban parte del escenario, ilustraron a la perfección el sonido extraordinariamente pesado que Mustaine ha recuperado en esta gira. Es precisamente esto lo que nos hace pensar acerca de lo mucho o poco que Loureiro pueda echar raíces en la banda, pues si bien su calidad interpretativa es incuestionable, nos parece que su fino estilo en algún momento puede dejar de funcionar para la explosiva fórmula musical de Megadeth.
El repaso a los clásicos fue consistente, aunque como de costumbre también es el momento crucial de un concierto que se convierte en el talón de Aquiles para el artista, pues las críticas hacia el criterio de selección de temas es sensitivo para los seguidores más añejos de los artistas. Para regocijo de muchos, esa noche interpretaron “Tornado Of Souls”, “Wake Up Dead”, “In My Darkest Hour”, “She-Wolf” (con una muy cariñosa dedicatoria por parte de Mustaine hacia su ex esposa), “Dawn Patrol” (que en realidad es el momento para el lucimiento por parte de Dave Ellefson), “Poison Was The Cure”, “Sweating Bullets”, “A Tout Le Monde”, “Trust” (la cual contó con algunos versos cantados en español, luego de que el cantante justificó su pobre “español californiano”), “Symphony Of Destruction”, “Peace Sells” y “Holly Wars” (previo a la cual explicó lo triste que resulta que esta canción haya sido compuesta hace veinte años y lo que lo inspiró a ello continúe siendo una realidad).
El lugar que ocupa Megadeth en la escena musical contemporánea es tal, que año con año con las giras que la banda realiza por el mundo no hace más que consolidarse. A estas alturas del partido debe estar muy claro que Megadeth es la banda de Dave Mustaine y su copiloto de viaje es Dave Ellefson y que mientras continúen por este camino se revitalizarán de sangre joven las veces que sea necesario.
Setlist:Hangar 18, The Threat Is Real, Tornado of Souls, Poisonous Shadows, Wake Up Dead, In My Darkest Hour, Conquer or Die!, Fatal Illusion, She-Wolf, Dawn Patrol, Poison Was The Cure, Sweating Bullets, A Tout Le Monde, Trust, Post American World, Dystopia, Symphony of Destruction, Peace Sells…But Who’s Buying
