Texto y Fotos de Jair MARTÍNEZ
La puesta en escena Clausura del Amor, basada en el texto original del francés Pascal Rambert, con la dirección de Hugo Arrevillaga, acerca al espectador de manera contundente a la vida de una pareja, en este caso heterosexual, en el momento preciso del ocaso de su relación. Es un claro ejemplo de la vida entre esposos o amantes, peleando con sus propios argumentos, escupiendo palabras y buscando finalizar lo que en su momento se llamó “amor”.
Un amor que existió y que al día de hoy no hay más. Protagonizada por Arcelia Ramírez y Antón Araiza, con poco más de una hora de duración, mantiene literalmente a todos los asistentes al filo de la butaca. El drama, se mantiene continuo, sin intermedios, lo cual mantiene la vista fija en la trama.
La puesta no presenta escenografía, lo que de alguna manera da como resultado el estar con la mirada fija en los dos actores, cuyos personajes comparten los nombres de ellos mismos. Tal como se mencionó líneas antes, los “enamorados” escupen sus diálogos, los viven, pero también los sufren.
La historia comienza con un fuerte duelo, una discusión entre la pareja y conforme pasan los minutos el asistente se adentra en ésta. Mientras unos forman criterios lógicos, otros imaginan lo que podría ser en su vida, en un momento como éste o cuando miran a una pareja en esta situación.
Cuántos no han sido testigos de problemas entre los padres, hermanos y relaciones amorosas, incluso entre los amigos, donde se vive más de cerca, en carne propia. Cuando esto último ocurre, es cuando obras como Clausura del Amor hace reflexionar al revivir los momentos de angustia, dolor, insomnio y stress. Todo lo que conlleva a una relación de pareja, que en este caso se tacharía de “mala”, que con el tiempo, seguramente ya no existirá.
El punto base en esta puesta en escena es que precisamente todo lo que una pareja construye, se dedica a destruirlo y terminarlo. Se hiere al corazón de los involucrados, se lastima moral y muchas ocasiones físicamente, a esa persona a la que alguna vez juramos amor (eterno).
El mismo director de la obra, Hugo Arrevillaga indica que éste es el requiem de las promesas de amor hechas en estos años del siglo XXI.
El espectador podrá darse un momento ver a sus vecinos de butaca y notará las expresiones de esa vivencia. Muchos quizá pensando en que aquel Antón, tiene la razón, porque durante la primera mitad de la obra, le corresponde su monólogo. Después ella, Arcelia, es quien tiene el control de la situación y defiende sus puntos de vista. Acusa a la menor provocación de su pareja, al hombre que ya no ama más. El eterno estira y afloje de los pleitos en pareja, de la vida actual.
Una representación muy bien lograda de lo que es el adiós al amor, al adiós a la pareja, al todo y por supuesto a una parte muy importante en la vida de los que la llevan a cabo. Se vale llorar, reflexionar y vivir este drama que llevan muy bien la Ramírez y Araiza, dos grandes talentos de los escenarios mexicanos.
Clausura del Amor comienza temporada a partir del 18 de septiembre al 19 de octubre en el Teatro El Granero “Xavier Rojas”, del Centro Cultural del Bosque.
Los boletos están disponibles a través del Sistema Ticketmaster.
FUNCIONES:
Jueves y Viernes: 20:00 hrs.
Sábado: 19.00 hrs.
Domingo: 18:00 hrs.
PRECIO: $150
