EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: EN VIVO, CON ORQUESTA SINFÓNICA

Cientos de fanáticos de El Señor de los Anillos se dieron cita para presenciar el espectáculo de Howard Shore y la Orquesta de las Américas, en un pasaje a través de la música por el mundo de J. R. R. Tolkien.

Por Angélica SALAZAR

La comunidad de La Tierra Media jamás habría sonado mejor, cuando cientos de fanáticos de la trilogía de El Señor de los Anillos se dieron cita para presenciar un gran espectáculo  único y de alto nivel en donde Howard  Shore y la Orquesta de las Américas, nos llevarían a través de la música, al mundo de J.R.R Tolkien, disfrutando una manera diferente de ver el cine.

Esto se llevaría a cabo en el Auditorio Nacional, a trece años del lanzamiento de The Fellowship of the Ring (La Comunidad del Anillo) y con varios premios Oscar  ganados, entre ellos, en la categoría de Mejor Banda Sonora. Sin duda sería un gran espectáculo.

Podía observarse un lleno total en el recinto, con una pequeña pantalla debido al tamaño de éste, que mostraba la leyenda The Lord of the Rings, The Fellowship of the Ring; una gran orquesta conformada por más de doscientos músicos, violines, arpa, violas, violoncellos y cellos, junto con las trompetas, trombones y demás instrumentos como los de percusión. En la parte inferior un coro; todos listos para tocar y crear una noche mágica.

Se dio la tercera llamada y con ello la entrada del director entre una ola de aplausos. Dio inicio el filme, mismo que se transmitió en inglés con subtítulos; la proyección era clara. De pronto, el Auditorio Nacional se llenó de armonías sinfónicas. Todo encaja

ba en tiempo, capturaba cada emoción, cada movimiento, cada gesto y la dramática. Fue tan perfecto que incluso por momentos no se notaba la presencia de la orquesta en vivo y el público se adentraba en la historia.

Se dividió la proyección en dos partes con un intermedio. La primera, con acordes muy ligeros, armonías dulces donde se hablaba de la comarca y el inicio de una gran aventura entre hobbits, humanos, elfos, magos y enanos. Sin embargo, la segunda parte aparecieron los cantos, acordes más dramáticos, más emocionantes, donde la adrenalina recorría el cuerpo; en el clímax, con una gran batalla en las minas de Moria y Mordor.

Al terminar la proyección con duración de 3 horas con 20 minutos, se proyectaron los créditos y se escuchó la canción “May It Be” completea, admeás de algunas de las piezas, sin interrupción alguna. El público aplaudió una vez más, pero con tanta reverencia como en un concierto de música clásica, incluso de pie.

Algunas de las piezas interpretadas fueron “The Prophecy”, “Concerming Hobbits”, “A Journey in the Dark”, “The Braking of the Fellowship” y “May It Be”, entre otros.