Una noche lluviosa que valía la pena para presenciar por primera vez en México a uno de los grandes exponentes norteamericanos de las baladas románticas de los ochenta, Lionel Richie.
Por Miguel A. HERNÁNDEZ / Fotos de Manuel CASTILLO
El camino era húmedo, frío, la Arena Ciudad de México era el lugar ideal para tomar un café y poder disfrutar del sonido y el colorido de la voz sin igual de Lionel Richie. Todo en un ambiente familiar y colorido de nacionalidades. Al inicio del concierto, el furor fue demostrado y con mucha razón, la primera vez en nuestro país de uno de los grandes maestros de la balada romántica. Alguna que otra con más ritmo, más melodiosa pero todas en la misma línea.
Un equipo increíble de trabajo en el escenario, sus músicos y él, geniales. Especialmente se denotaban el sax y la harmónica, una gran mezcla de músicos, que hacían vibrar con cada tema al presente.
Todo el ambiente muy vivo, prendido como se merece un artista de esta magnitud. Habló con sus seguidores, mostró imágenes y demostró la habilidad que tiene, la experiencia, la seguridad de estar parado en un escenario, es un grande. El concierto terminó vehemente, tranquilo, con gran serenidad y en la obscura noche lluviosa, las almas se perdieron en el anonimato.
SETLIST: Penny Lover, Stuck with You, Sail On, Fancy Dance, Sweet Love, Endless Love, Brick House, Truly, Machine Gun, Easy, All Around the World, Running with the Night, My Destiny, Three Times a Lady, My Love, Ballerina Girl, Still, Oh No, You Are, Say you Say me, Hello, Dancing on the Ceiling, All Night Long, Goodbye