Lira N’ Roll cimbró las paredes del Teatro Metropolitan en el festejo de sus primeros 25 años de rock y resistencia. El foro lució espectacular y su fiel público respondió emocionado a la convocatoria llenando el lugar.
Por Adrian MUÑOZCatorce músicos en escena y tres horas de concierto.
Lira N’ Roll sorprende nuevamente con un gran concierto de aniversario el pasado sábado en el Teatro Metropolitan, haciéndolo cimbrar durante tres horas, en la que los asistentes no se quedaron con las ganas de pararse a bailar e hicieron correr y sudar a los elementos de seguridad, quienes desconcertados no sabían que esto era un baile y no una revuelta.
El evento comenzó puntualmente y desde que se dieron las indicaciones pertinentes, la adrenalina era tal que los más de tres mil quinientos asistentes ya querían ver a su ídolo frente a ellos. Una enorme pantalla anunciaría año con año de manera regresiva los veinticinco que se celebrarían, con algunos comentarios de personajes importantes en la música, la televisión, el periodismo y la lucha libre, como Ricardo Rocha, Adrian Barilari, Panteón Rococó, el luchador Heavy Metal y Juan Gallardo, entre otros (muchos no fueron del agrado del público), para así llegar al conteo final de 3…2…1…!!!
Al escenario fueron apareciendo uno a uno los músicos, catorce en total, (ataviados en ropa negro/rojo) pero cuando Toño Lira pisó el estrado el grito fue ensordecedor, se cimbró por primera vez el teatro, comenzó el recital y cada estrofa era increíble, coros del público que no acostumbrado a estar en una butaca, difícilmente se pondría de pie. La madre del líder, presente en este gran festejo.
Se sentía una vibra espectacular y todo en completo orden; uno a uno los temas intensificaban el calor, la acogida a una de las bandas que ha sabido resistir al paso del tiempo y a las duras batallas se enfrentan al pertenecer al underground.
Ahí estaban acompañando a Toño, su inseparable amigo y también pieza fundamental, José Luis Rosas, con una impresionante manera de tocar la batería, misma que sonó nítida. Los guitarristas Ulises Lares y Saúl Moreno, quienes mostraron un estilo muy característico y cada uno haciendo de los solos y el acompañamiento un sólo sonido. Albero Almeida, bajista, llevando magistralmente el ritmo. Además, cinco metales, un percusionista y tres coristas que engalanaron la noche. Una banda que no necesita más, sólo pararse en un escenario como éste y demostrar quiénes son.
Casi a medio concierto (el cual duró tres horas) y con un foro a reventar y que parecía derretirse con tanto calor y adrenalina, tres o cuatro parejas dieron la pauta momentos antes para ponerse de pie, por supuesto que nadie les reclamó, es el motivo por el que estaban ahí. De pronto y sin más, todos se pusieron de pie y salieron algunos a los pasillos para bailar y moverse al ritmo que sólo este género puede llevar. Personal de seguridad se mostraba impactado, sin saber qué hacer, pero la orden al parecer fue tajante para dejarlos ser (sólo por esta noche) aunque con el debido control de sólo estar a un lado del pasillo. Aquí, el clímax llegó y no bajó el ritmo, todos contentos, el auditorio se cimbró más de una vez con la fuerte voz de los asistentes, quienes opacaron la voz del también guitarrista; por supuesto que él feliz y nervioso, les dejó el micrófono.
El público más fiel, aquel que no falla estos eventos estaba en una noche donde escucharía los temas que durante un cuarto de siglo han cantado, hecho suyos y bailado, pero ahora en un escenario de lujo, del que pocas veces se disfruta con un artista de esta magnitud, quien viene del barrio y es para ellos pero esta noche era mágica y especial; bien valía la pena asistir y lucir (por qué no) sus mejores atuendos. Vistiendo piel, mezclilla, playeras conmemorativas, en blanco, en negro, tenis, botas e incluso tacones, el público tenía un mismo cometido, divertirse con Lira N’ Roll y así fue.
Momentos que han sido inolvidables en esta tercera ocasión que Lira y compañía pisan este majestuoso recinto del centro de la ciudad y que se quedarán para siempre. Se fueron tomando las canciones de cada uno de sus discos como “Dulce Ivonne”, “Quiero Cambiar”, “María”, “Barco Azul”, “Piensa En Mí”, “Recuerdos”, “Fúgate Conmigo”, “Cuarto para las Dos”, “Perdedor” y “Se Acabó”, entre muchas otras. El concierto culminó con la visita de un mariachi.
