CARLOS SANTANA: ESPECTACULAR PRESENTACIÓN EN EL ÁNGEL

SANTANAVIVO

La tarde se tornaba rara y extraña para muchos. Lluvia, sol, frío, calor, viento y en momentos resequedad, todas las estaciones juntas, que para muchos, en su larga travesía para atravesar la ciudad y llegar al monumento a la Independencia, sería una experiencia si no única, si inolvidable, el motivo, ver un concierto de no sólo un favorito de la escena musical, si no de un icono del mundo, Carlos Santana.

Atestiguar un concierto como el que regaló en el Ángel de la Independencia es un absoluto privilegio. Con un consistente set de poco más de noventa minutos, tejido con clásicos; uno tras otro, no hubo lluvia o clima que apagara tanta emoción.

La banda que lo acompaña es un monstruo de cualidades percusivas, que constantemente deja sin aliento. De la guitarra ni es necesario hablar. El sonido de Carlos Santana es una marca registrada, que desde hace décadas se deja oír por muchas de las ramas, del árbol del rock, que con su talento ha regado.

Un evento para la historia, que dentro de tanto maltrato social e ideológico a nuestros monumentos citadinos, por un rato hizo resplandecer al Ángel de la Independencia con algo de auténtico brillo.

El concierto comenzó apenas pasada la hora señalada. Sería una tarde espléndida, durante la cual, todo aquel malestar climático había desaparecido, qué mejor manera de terminar con una tarde llena de tensión.

Miles de personas llegaban desde temprana hora para tener el mejor lugar y deleitarse con la música del mexicano, quien prometía dejar a todos con un grato sabor de boca y llenos de fiesta, que debían continuar a su regreso a casa.

Santana llegó y se plantó en el majestuoso escenario que tenía como escenografía el Ángel de la Independencia, en plena Avenida Reforma, en su cruce con Florencia.

El show transcurrió con temas clásicos y unos no tanto pero de igual manera, ovacionados por el asistente. Algunos, los menos, bajo el lema de “aunque no sé qué toca, es gratis”, estaban ahí, agradeciendo a la lluvia se haya dispersado para poder disfrutar de la música de Santana.

El Ángel tenía una temperatura de ebullición, el calor del público se percibía y con cada tema, el baile, los coros, los aplausos, no se hacían esperar. Esta fiesta multicolor encabezada por un mexicano, el más icónico de la historia de la música, del rock, del blues, el jazz y cualquier otro género que se le quiera dar.

El respetable, estaba totalmente fascinado; muchos esperaron años para ver a su ídolo de esta manera, tan íntima, lo llamarían algunos; otros, sería su primera vez y fue gracias a sus padres o abuelos que conocieron al artista.

La fiesta continuó y durante poco más de noventa minutos la ciudad vivió momentos de paz, armonia y tranquilidad. Gregg Rolie, tecladista de Journey, lo acompaña en esta travesía. Su “hermano de luz”, con quien comenzó esta banda hace casi cincuenta años.

Su esposa, Cindy Blackman, una de las más ovacionadas en esta presentación al aire libre, quien deleitó con su habilidad.

El guitarrista se mostró contento durante todo el espectáculo. Entre los temas más destacados estuvieron “Soul Sacrifice”, “Jin-go-lo-ba”, “Foo Foo”, “Oye Cómo Va”, “Corazón Espinado”, “La Flaca” y “Smooth”.

Carlos Santana se despidió de México con una frase que hará recapacitar a muchos, “Paz en tu mente, paz en tu corazón y paz en el mundo”.

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