Todo indicaría que sería un concierto magistral, sin embargo, nadie se esperaba que de pronto, al primer instante, en que la presentadora Verenice Callejo hiciera acto de aparición y nombrara a los contendientes, se diera una parte por demás chusca en el escenario, cuando al presentarlos, estos, se fueran a mirar frente a frente, demostrando la diferencia de estatura. Este acto hizo reír a los asistentes.
La obra maestra comenzó con un mano a mano, en el que la parte técnica de Cruzprieto, fuera un tanto opacada por la parte ruda de Infanzón, acto seguido, el primero se acercó a Callejo para pedir un cambio en el programa y ofrecer melodías personales. Al terminar su pieza, Infanzón pidió lo mismo y esto se convirtió en una verdadera campal.
Fue así que aparecieron en el escenario, los del staff para montar un ring de lucha libre sobre éste y rodearon a los músicos, mientras que sus second se enfrascaban en motivarlos a esta lucha, Máscara vs. Cabellera. Así, se dio la presentación de dos estrellas del pancracio musical, “El Cruz Prieto” y “El Infant Son”, quienes durante más de una hora y quince minutos deleitaron a propios y extraños, incluso las clásicas vendedoras de souvenirs entraron rompiendo puertas y gritando la vendimia.
Durante un instante, los dos luchadores se levantaron de sus asientos y sin dejar de sonar los pianos, de pronto los jóvenes aliados de cada uno, tomaron el cetro, para continuar con la melodía, acto que fue por demás aplaudido.
Por supuesto que esto volvió aún más ameno el concierto y así se fueron dando con todo, hasta con imágenes y “globitos” con frases que cada uno imaginaba decir al otro.
Al terminar las piezas interpretadas, entre las que se incluyeron temas de Mozart y del mismo Infanzón. La referee con base en los aplausos del respetable, marcó como empate el encuentro entre ambos luchadores, izando sus manos.
El final fue ovacionado de pie y no era para menos, pocos o nulos conciertos como éste se dan en nuestro país.