LAS NOCHES EN QUE IRON MAIDEN DEJÓ SU LEGADO EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Por RogelioMATAMOROS

Son ya 28 años desde que Iron Maiden tiene muy bien atendida a su audiencia latinoamericana luego de que a este territorio se le alimentó con la cruel dieta de la abstinencia. Por eso es que a pesar de que sus visitas son constantes e innumerables; la sensación y (por lo tanto) la emoción continúan siendo como si se tratara (siempre) de la primera vez. Así que, la edición de un disco grabado en vivo en la ciudad de México, por supuesto que iba a ser recibido con derroche de júbilo.

Pero también es bien sabido que Iron Maiden es una banda que ha tenido el tino de documentar puntualmente su carrera, por lo que el lanzamiento de estas grabaciones en concierto siempre ha estado a la orden del día. Entonces, a estas alturas del partido ¿qué podría tener de especial lo que fríamente habría de ser un disco en vivo más, en su discografía?

Bueno, pues de entrada revisando desde un punto de vista local, el hecho de que cada vez que Iron Maiden se presenta en México lo tenga que hacer en estadios, arenas o auditorios en tres de las principales ciudades del país y de que específicamente en el caso capitalino lo tenga que hacer por dos o hasta tres noches (como lo fue en el caso que en esta ocasión se registró), es un claro indicador de que su audiencia en este país es numerosa.

Por otro lado está el factor de que si bien la banda, desde el inicio de su carrera (a principios de la década de los ochenta), ha sido exitosa, el fenómeno de arrastre masivo en el que se convirtieron después de que su alineación “clásica” se reunió en el año 2000, ha sido también un huracán mediático que aparte de elevar su nivel al de banda de rock de estadio, ha hecho que cada movimiento de mercado que hacen absorba toda la atención pública, de prensa y los reflectores.

Por último, está el caldo de cultivo en medio del cual Nights Of The Dead, Legacy Of The Beast: Live In Mexico City ha sido editado. Un momento histórico en el que la audiencia millonaria (cuantitativamente hablando) de la banda, a nivel mundial, ha tenido que recluirse en casa pasando buena parte de esta pandemia atendiendo las redes sociales, extrañando los conciertos; percibiendo cómo se interrumpió y se redujo la actividad no sólo de Iron Maiden, si no de la industria musical en general. Entonces, con el hambre y las ganas de comer exacerbadas, el anuncio, a través de esas mismas redes (con los ojos de millones de seguidores de la banda cautivos desde cualquier rincón planetario) del lanzamiento de un producto nuevo de quizá, la banda de heavy metal más venerada de la historia, por supuesto que iba a ser una celebración con demanda global.

Ahora, con una carrera musical de más de cuarenta años en la que han producido muchas de las canciones más clásicas para el género y de que además han dictado muchas de las reglas bajo las cuáles el heavy metal se ha regido y construido, Iron Maiden no está ya para volver a escribir su historia. Ahora su labor es la de mantenerse vigentes, creando música y ofreciendo productos dignos de su legado y eso es precisamente Nights Of The Dead, Legacy Of The Beast: Live In Mexico City.

Con esta entrega la querida doncella ha documentado su monumental gira Legacy Of The Beast, para la cual conceptualmente se inspiraron en el video juego para dispositivos móviles que publicaron en 2016 y la cual en cuestión escénica los llevó a desarrollar el espectáculo más elaborado que posiblemente han presentado desde su gira Powerslave.

En cuestión técnica la banda aprovechó el beneficio de presentarse por varias noches en un mismo lugar, ya que así cualquier detalle ocurrido durante la primera de las presentaciones podría corregirse durante las subsecuentes, tal y como lo hicieron con Live After Death, el cual grabaron durante cuatro noches en la Arena de Long Beach, en California. Con respecto al entusiasmo que los micrófonos registraron, sería el público mexicano el encargado de que los días 27, 29 y 30 de septiembre de 2019, llegaran hasta el último rincón del Palacio de los Deportes, con sus cánticos y vitoreos.

Las canciones que quedaron registradas fue algo que se discutió en el momento que se daban estos conciertos y es que muy a su pesar los seguidores de Iron Maiden, la banda de la denominada “vieja escuela”, tendrán que aguantar (“una vez más”) temas clásicos como “Aces High”, “2 Minutes to Midnight”, “The Trooper”, “Fear of the Dark” y “The Number of the Beast”, muy escuchados anteriormente, a cambio de una selección de piezas que tenían muchos años de no ser tocadas o que incluso nunca habían llegado a nuestros escenarios como “Where Eagles Dare”, “The Clansman”, “Revelation”, “For The Greater Good of God” y Hallowed Be Thy Name, siendo esta última un caso especial porque había entrado a la congeladora por cuestiones legales.

Sin embargo, haciendo a un lado la emoción, también se puede observar que Bruce Dickinson ha llegado a la curva en la que su capacidad vocal habrá de disminuir y es que 62 años de edad, además de haber padecido cáncer y precisamente en la garganta, son dos factores de consideración. Con oído exigente también se puede apreciar que en la mezcla de la grabación, el volumen del público se vio considerablemente disminuido, algo que podrá constatar cualquier asistente de estos históricos conciertos. Pero estas son sólo observaciones que en nada han de demeritar que el disco que Iron Maiden decidió lanzar durante la crisis de 2020, el año de la pandemia , fuera el que grabaron en México.

El formato del álbum, incluye un triple vinyl o doble cd que se ha esparcido también como pandemia por el mundo, llevando motivos y tradiciones mexicanas en el diseño de su portada e incluso los colores de la bandera en los acetatos, en una edición limitada. Una coronación a muchos años de mutua fidelidad.

Up the irons!