Con una selección de obras significativas de los siglos XVII y XVIII, el museo invita al público que disfrute de las pinceladas de maestros como: Juan de Valdés Leal, Alonso Cano, Francisco de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo. Completan la muestra unos espectaculares tapices de origen flamenco y francés.
En la muestra también tiene el objetivo atestiguar el desarrollo brillante que tuvo la escuela barroca andaluza. De ella se exponen pinturas de sus maestros notables.
La curaduría está a cargo de Elías de Mateo y Elisabel Chaves quienes han colocado espectaculares tapices expuestos con temática bíblica y mitológica.
Entre los que se encuentra La generosidad de Ester, tejido de Brujas, tercer cuarto del siglo XVII, así como uno relacionada a la Historia de Reinaldo y Armida, episodio amoroso incluido en la obra de Torcuato Taso Jerusalén libertada, de gran difusión en el siglo XVII y una de las obras poéticas más ilustres de todos los tiempos.
Respecto de trabajos realizados en lienzo se encuentran: Visión de San Antonio de Padua de Alonso Cano, que pone de manifiesto la maestría del artista granadito para crear arquetipos con enorme atractivo devocional. Esta obra posee una composición similar a la famosa Virgen del Rosario de la Catedral de Málaga (1665-1666) del mismo autor.
También resultan relevantes el San Pedro Nolasco asistido por dos ángeles de Zurbarán y Las dos Trinidades de Murillo. En ambas conviven perfectamente personajes del mundo celestial y del mundo terrenal, recurso muy de la época para mover a devoción a los fieles. Asimismo en el recorrido por la sala se puede admirar Jesús atado a la columna de Valdés Leal.
En retratos se encuentra Fray Pedro de Urbina de Bartalomé Esteban Murillo, de cuerpo entero y de pie, representado con hábito franciscano y con la seriedad y gravedad de su dignidad eclesiástica, sobre fondo de cortinaje, se apoya sobre la mesa en cuyo tapate aparece su escudo de armas, con las aspas de Urbina y los paneles de Montoya, apellidos de su madre, y las doce borlas de obispo.
Sobre la otra obra San Pedro Nolasco asistido por dos ángeles de Francisco de Zurbarán, De Mateo indica que Zubarán trabajó para el convento de la Merced Calzada de Sevilla realizando una amplia serie de pinturas sobre la vida de San Pedro Nolasco.
Los formatos son diversos hay de gran formato y pequeños. Una de las obras anónimas de gran belleza es Vista de Triana desde el Arenal. “Hasta la reciente reaparición de esta importante obra perdida, del siglo XVII existían solamente tres representaciones al óleo de la ciudad de Sevilla. La más conocida, y también la más temprana pertenece al Museo del Prado y se encuentra depositada en el Museo de América. Ésta al igual que las restantes, representa la población desde Triana, y estuvo atribuida durante muchos años al retratista cortesano Alonso Sánchez Coello, cuya muerte se reproduce en 1588”, indica el texto del catálogo que se imprimió para esta muestra.
Autoridades municipales como colaboradores destacan que está muestra se ha realizado gracias al préstamo de obras de la colección Cajasol que es una de las más importantes de España en su género, con obras de referencia desde el siglo XVII hasta nuestros días. Cuenta con cerca de cuatro mil piezas. Su núcleo más relevante lo forman un millar de obras. Se encuentran depositadas en diversos centros de la institución y se pueden contemplar principalmente en el edificio de la antigua Real Audiencia, sede central de la propia Fundación.
La exposición permanecerá abierta hasta principios del 2015, para beneplácito de todos los visitantes de Málaga ciudad que se coloca en el cuarto lugar de las más visitadas culturalmente en España.
