En la reinauguración de los trabajos de conservación del Kiosco Morisco, ubicado en la alameda de Santa María La Ribera, se llevó a cabo el concierto del cantautor Óscar Chávez, quien tuvo un grato reencuentro con México.
Texto y Fotos de Carmen ESQUIVEL
La delegación política Cuauhtémoc reinaugura los trabajos de conservación del Kiosco Morisco, donde se ofreció un concierto con el cantautor Óscar Chávez y el Trío Los Morales, donde cientos de personas se congregaron en el corazón de la alameda de la colonia Santa María La Ribera, para disfrutar este evento y entonar junto con uno de los cantantes más reconocidos de la trova moderna y el huapango mexicano además de la música revolucionaria, los temas que lo han dejado bien posicionado en su propio país.
El reencuentro que tuvo Chávez con su país, se da de esta manera, donde precisamente a personas de la tercera edad se les dio el privilegio para estar más cómodos en las primeras filas de este recinto.
El cantante, vestido regiamente de negro, se posiciona en el escenario para interpretar durante casi dos horas, los temas memorables de su carrera, con huapangos y poemas de su autoría. El público se entregó desde el primer instante para cantar con el corazón a la par del músico. La emoción se miraba por cada uno de los sitios ocupados por el respetable. Temas como “Macondo”, “La Llorona”, “La Casita” y la inolvidable, “Hasta Siempre”, que emocionan a más de uno, era cantado por más de dos mil personas ahí congregadas. El repertorio fue extraordinario en un concierto gratuito que logró que personas de escasos recursos pudieron cumplir uno de sus sueños y disfrutar un evento con uno de los cantantes más importantes de nuestro país, como lo es Óscar Chávez, quien a su vez, elocuente, participativo y majestuoso, tuvo un buen acercamiento con su fiel público y se entregó sonriente.
Poco a poco se llenan las calles aledañas con la voz de Chávez y el ambiente se invade con sonidos tan queridos por sus seguidores y se remonta todo a diferentes épocas y lugares de México y América Latina. El tiempo vuela y se despide por primera vez en esta tarde; los aplausos y gritos lo hacen regresar.
Finalmente se despide con una gran sonrisa y dice hasta luego.
