STEVE VAI: APABULLANTE EL MONSTRUO DE LAS SIETE CUERDAS

STEVE VAI ©OCESA
STEVE VAI ©OCESA
STEVE VAI ©OCESA

Impresionante y con un lleno total dio inicio el concierto de Steve Vai en el Teatro Metropolitan el pasado martes 26 de noviembre.

Por Adrian MUÑOZ / Fotos Cortesía de OCESA

Desde el inicio, el guitarrista considerado como uno de los mejores ejecutantes de todos los tiempos, atrapó a los más de tres mil asistentes al foro de la calle de Independencia.

La respuesta fue inmediata y como si se estuviera viviendo un viaje al pasado en este mismo escenario la primera ocasión que visitó el país, salió totalmente desenfadado y cambiando el rumbo del show con cada tema.

Sus primeras palabras luego de dos temas fueron para animar a sus seguidores, quienes no dudaron en mostrarse fascinados. Presentó a su banda, que está conformada por Dave Weiner, en la segunda guitarra; Jeremy Colson, en la batería y Philip Bynoe, al bajo. A esta presentación siguió el hecho de tomar un iPod del público y tomarse una placa, bromeando con él entusiasmado fan y así continuó con su espectacular show, compuesto por los temas más representativos de su carrera.

Vai, ataviado con casaca negra y pantalón muy colorido continuaba ofreciendo ese ritmo y euforia en sus canciones. La escenografía era tan sencilla como él. Únicamente lucía una manta con su nombre y escasos dos amplificadores para cada uno de sus músicos. De pronto, dejó el escenario listo para el guitarrista de acompañamiento, quien deleitó con un solo electroacústico de gran manufactura.

Nuevamente a escena poniendo a prueba al Colson, en un mano a mano, que incluso repitió para deleite del público y éste último, sin inmutarse, derrochó el poder de las percusiones al unísono. Lo mismo haría con la destreza de Weiner, donde sencillamente éste lo emuló y de qué manera.

El delgado músico jugó una vez más con el público. Un corto pero suculento solo de bajo, además del set acústico y vocal que no falla en sus conciertos, preparando el escenario para el solo de percusiones, realizado con cubetas y tubos de pvc y algunos artículos de necesidad primara, donde demostró que cualquier lugar es bueno para poder golpear con las baquetas, incluso la espalda del mismo ex Whitesnake, al terminar, subió a su tarima y ofreció una clase maestra de gran nivel.

El show prosiguió con excelentes ejecuciones en las seis y siete cuerdas del italo-norteamericano, quien tuvo diferentes cambios de vestuario; incansable, agradecía al público y bromeaba, además de ser totalmente espontáneo en algunos asuntos como el hecho de mencionar la importancia de atarse bien las agujetas.

Casi al finalizar el concierto, Steve Vai instó a dos personas del público a subir con él al escenario para que estos le ayudaran a “construir una canción”. Los orientó para que hicieran cualquier sonido con la boca y a su vez, él y su banda lograran imitar estos ritmos en sus respectivos instrumentos. Así, creó mayor expectativa y emoción a los asistentes. Aplaudió la presencia de estos dos invitados y permanecieron a un lado del escenario hasta finalizar.

El sonido fue casi impecable pero la entrega fue total.

SETLIST: Racing the World, Velorum, Building the Church, Tender Surrender, Gravity Storm, Guitar Solo, Weeping China Doll, Answers, The Animal, Whispering a Prayer, Audience is Listening, Moon and I, Rescue Me, Sister, Treasure Island, Salamanders, Pusa Road, Drum Solo, The Ultrazone, Frank, Build Me a Song, For The Love of God, Tarus Bulba