LUZBEL: El Espectacular Regreso de Raúl Greñas a los Escenarios

Mucho se había dicho acerca de este regreso, sin embargo, el simple hecho de vivirlo, de estar ahí postrado frente a uno de los más grandes músicos que ha dado nuestro país, valdría la pena, sin importar qué sucedería con su “extraño” retorno, luego de dieciséis años. Bienvenido Raúl Greñas. Luzbel está más vivo que nunca.


Texto y Fotos por Adrian MUÑOZ

Todo se acomodaba a la perfección, era un día raro de por sí para que Luzbel, la banda de heavy metal que marcó la historia del género en México, se presentara en la ciudad de México. Un día como éste, en el que todos los adictos a la iglesia y a la celebración de San Judas, no era fácil de digerir para que el gran señor de la malignidad hiciera su aparición en uno de los teatros más importantes de nuestro país, el Teatro Aldama. Punto y aparte, jueves.

Hace más de quince años no se ofrecen conciertos en lugares como éste, donde a finales de los ochenta y gran parte de la década noventas, fueran precisamente sede principal para aplaudir a los grandes dueños del rock y el metal como lo fue precisamente Luzbel, Transmetal, Next y hasta Charlie Monttana.

Sin embargo esta noche, la del 28 de febrero, el maestro de las seis cuerdas, Raúl Greñas, deja marcado en los anales de la historia del metal un nuevo signo, el verdadero signo del heavy metal, el signo de Luzbel.

Todo comenzó desde temprana hora cuando se anunció que algunos de los que ya rondaban cerca del lugar podrían entrar a ver el ensayo general. La tecnología dejó notar que se esperaba un gran concierto. Muchos, incrédulos a estos comentarios, ni siquiera pensarían (horas antes) en darse una vuelta por ahí.

Al poco tiempo y con todo un equipo de producción detrás de la mente maestra de Luzbel, ofrecería una cita a los medios de comuniación para poder cuestionar a Raúl sobre esta noche que nos deparaba espectacular o al menos eso pensábamos algunos.

Durante poco más de media hora la plática se tornó más que de amigos, porque precisamente todos en ese salón eran conocidos. Ahí, El Greñas presentó a sus integrantes, Mike de la Rosa, vocalista; Vic Nava, al bajo; Neo Medina, guitarra y Jorge Curiel, en la batería. Hay que aclarar que todos son músicos que provienen de distintas alineaciones, reconocidas por su calidad y huella que han dejado en el metal. Por ahí, parado en un rincón de la sala y con gran sorpresa se observó a Toño “La Rana” Morante, bajista original de Luzbel.

No había mucho que explicar y las preguntas llevaban una respusta obvia, sin embargo sí se hizo hincapié en el “pacto” que pudo tener Raúl Greñas para que luego de tantos años de ausencia, al momento de mencionar su regreso, las nuevas generaciones (dos posteriores a nuestra época) supieran con exactitud de quién se trataba.

Raúl se mostró muy tranquilo y bromista como siempre durante la charla, jamás titubeó en responder e incluso instó a sus músicos a responder, lo cual sigue denotando la gran persona, sencilla que siempre fue.

Todo estaba más que listo para que este concierto se llevara a cabo, sin embargo a la salida al lobby del teatro no se observaba tanta concurrencia, incluso desde la llegada se notaba un poco escaso el acceso.

Al ingresar a la sala cuál sería la sorpresa que el recinto se encontraba al noventa por ciento de su capacidad y el grito ensordecedor al apagarse las luces fue elocuente. Ahí estaban esos cinco jinetes, dispuestos a cabalgar y escapar de las garras del infierno. Las peticiones no se hicieron esperar.

Se fue dando poco a poco el show; dos horas de extremo heavy metal. Raúl mostró que su técnica y esa complejidad de estilo no estaba enterrado. Salió a dar todo en ese escenario tan bien logrado, con iluminación, producción, sonido y logística, dignos de una estrella del rock, de un grande, como lo es El Greñas.

El recorrido fue completo, tratando de evocar cada una de las seis producciones que Luzbel logró con el paso del tiempo, desde 1983, año en que grabaron su primera placa. Sólo por mencionar algunas de las canciones se escucharon El Loco, Generación Pasiva, Esta Noche es Nuestra, Por Piedad, Advertencia, La Última Cena, Dead Spirit y Paradoxa.

Todos ejecutaron con maestría su instrumento, hubo incluso guitarras acústicas, no podía faltar el palomazo con La Rana Morante y a pesar de que por ahí se observó entre el público a Juan Bolaños, no se dio otra sorpresa.

El público se mostró extasiado desde el primer instante. La magistral escenografía de la obra en cartelera contrastó con el imponente escenario montado. Manejo de luces y humo llevados a cabo con gran precisión. Los presentes invitando a Raúl a un solo de guitarra sin sus acompañantes, pero éste, sin más ni más tomó el micrófono y aclaró que eso no era para él. Insistieron y lo tuvo que hacer durante algunos segundos, por supuesto que se llevó los aplausos sin pensarlo.

Durante todo el espectacular concierto, el respetable permaneció de pie, a pesar de ser un teatro con butacas. Los músicos en un principio mostraron nervios y cómo no sentirlos si el monstruo de las mil cabezas impone, además hay que sumarle que la trayectoria de Raúl Greñas es por demás para sentirse diiminuto, pero éste les dio tal confianza que fueron tomando vuelo sin dejarse intimidar.

La batería, segunda guitarra y bajo hicieron su trabajo con gran calidad. Se les dejó hacer suyo el escenario y en ningún momento fueron opacados por la imagen del icónico guitarrista, muy al contrario hasta bromeó con ellos en algunos momentos.

El peso más rudo sería para su vocalista, quien tuvo que luchar para, entre otras cosas, opacar a quienes pudieron haber pedido por un Arturo Huizar o por Bolaños, pero dejó callados a todos cuando demostró que tiene un gran potencial en su garganta.

Recorrió cada centímetro del gigantesco escenario e hizo vibrar a cada uno con los temas interpretados. Salvo algunos pequeños detalles en su desenvolvimiento escénico, mismos que salen sobrando, es grande y no pudo haber sido otro, la pieza medular para dar la cara por el quinteto.

Nadie extrañó el pasado de Luzbel, éste es un gran presente y se espera un futuromejor para ellos. Gracias Raúl por tu regreso. Gracias Luzbel.

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