Como se anunciaba anticipadamente, la lucha de titanes se llevaría a cabo en la ciudad de México y fue espectacular poder apreciar a dos bandas icónicas, nuevamente reunidas; Luzbel, con Raúl Greñas al frente y Rata Blanca, de Argentína, celebrando sus 25 años.
Texto y Fotos de Adrian MUÑOZ
En un concierto que se perfilaba como todo un clásico, estuvieron presentes en la ciudad de México, dos de los titanes del heavy metal en español, por un lado, Luzbel, del Greñas y por el otro, los argentinos Rata Blanca.
La diferencia entre estos dos grandes del estilo, destilaba en que los mexicanos únicamente contemplaban a uno solo de sus integrantes originales, teniendo como acompañantes a jóvenes que aún distan mucho por tener esa presencia y originalidad que al menos Raúl Greñas demuestra al postrarse en un escenario.
El show de Luzbel tuvo gratos momentos, con temas que han hecho historia como “Pasaporte al Infierno”, “El Ángel de la Lujuria”, “Guerrero Verde”, “El Loco” y “Por Piedad”. Durante una hora se le hizo honor a quien honor merece, Raúl Greñas, quien a su regreso ha demostrado que sigue siendo el icono de la guitarra.
El paso a la banda más importante de habla hispana dejaría entrever que cuando se trabaja en forma, se da un buen espectáculo, a pesar de notarse cierto distanciamiento entre sus integrantes; en este caso, Adrian Barilari y Walter Giardino, quienes siendo junto con Guillermo Sánchez, miembros emblemáticos para esta alineación, una fuerte vibra negativa los rodeó la noche del sábado.
Desde su salida y enfrentamiento con el público, la voz se hizo carismática, un gran saludo y una sonrisa por su público mexicano demostró que sigue siendo aclamado y alabado donde quiera que se pare, iniciaron con “Diario de una Sombra”, dejando claro que entonarían éxitos que pocas veces ofrecen, pero esta noche era especial, formaría parte de los más de veinticinco años de la banda argentina.
Giardino no dudó enseguida en demostrar también su habilidad “malmsteeniesca” en cada instante. Haciendo lucir el sonido de las seis cuerdas como pocos.
Se fueron dando uno a uno los temas como “71-06 (Endorfina)”, “Volviendo a Casa”, “Ella”, “El Beso de la Bruja”, “La Otra Cara de la Moneda” y “Mujer Amante”. Un show de casi dos horas de duración con un solo de guitarra/teclado un tanto tedioso, de aproximadamente veinte minutos, con lo cual pudieron demostrar que siguen siendo todo un espectáculo y que los asistentes se los aplauden. Pudieron dar más, pero esto fue suficiente para dejar un muy grato sabor de boca a los más de mil quinientos ahí presentes.
Barilari no dejaba de sonreír y agradecer a los mexicanos, su tierra, su otra casa, sus amigos inseparables, a quienes demostraba esa alegría y la transmitía. Corrió de un lado al otro del escenario, jugó con su voz, hizo suya la noche.
Por su parte, Giardino hacía con lujo de detalle la destreza de su instrumento, dio una verdadera clínica y fue aplaudido. Pero quienes pasaron totalmente desapercibidos fueron sus músicos; Sánchez al bajo; Fernando Scarcella, en la batería y Danilo Moschen, en los teclados, quienes al ser presentados, apenas y se distinguían, algo que también hizo notoria la importancia de sólo dos de los miembros de la banda.
El sonido en ambas alineaciones fue bueno, tuvo ligeros percances de nitidez, pero el público salió contento, la noche se prestaba para seguir divirtiéndose y amanecer incluso con “La Rata” en la mente, el show terminó con “La Leyenda del Hada y el Mago”.
SETLIST: Diario de una Sombra, 71-06 (Endorfina), Sólo para Amarte, Volviendo a Casa, Aún estás en mis Sueños, Ella, La Misma Mujer, El Beso de la Bruja, El Círculo de Fuego, Noche sin Sueños, El Amo del Camino, Agord La Bruja, La Otra Cara de la Moneda, solo guitarra/teclado, El Reino Olvidado, Guerrero del Arco Iris, Mujer Amante, La Leyenda del Hada y El Mago.
