THE ROLLING STONES: SE BURLAN DE “EL CHAPO” GUZMÁN

ROLLING STONES

En su cuarta visita a México, The Rolling Stones entregan lo mejor y lo único que saben hacer, blues y rock de altos vuelos; “Sean Penn vino a entrevistarme al hotel”, dice Mick Jagger.

Por Ismael FRAUSTO / Fotos de Fernando ACEVES

Vagabundos de media noche, que sólo tocan rock and roll pero nos gusta, que todo lo pintan de negro y que, 54 años después, no pueden encontrar “Satisfacción”.

El incontenible Mick Jagger; el bluesman Keith Richards; el elegante y fino Ron Wood y el impasible Charlie Watts. Damas y caballeros: ¡The Rolling Stones!

ROLLING STONES
The Rolling Stones, en México
Sus Satánicas Majestades pisaron suelo mexicano por cuarta ocasión y lo hicieron como lo han hecho desde 1962 en todo el mundo, arrasando con purititito rock and roll.

No hay mayor ciencia en la actuación de los Stones. No la ha habido nunca. El elemental compás de 4/4 prolongado hasta la eternidad en un sinfín de melodías que están introyectadas en el ADN de más de la mitad de la población mundial.
Porque ¿quién no conoce a The Rolling Stones?

La noche de ayer, el público que asistió al Foro Sol fue el más variopinto posible. Septuagenarios como sus ídolos, cincuentones Godínez, treintones que ya saben lo que es ganar dinero, pubertos perdiendo su virginidad y niños, sí, niños de 4 ó 5 años. Todos rockeando por igual, demostrando a las buenas conciencias que el rock and roll no respeta sexo, edad ni posición social. Y Las Piedras Rodantes encabezando esta oda a la democracia. Y todos cantando y todos bailando y todos blueseando y todos gritando y todos gozando…

CAMBIAN TEQUILA POR MEZCAL

21:00 horas en punto. Puntualidad inglesa. Las luces se apagan, la histeria se enciende. No hay nada en el mundo como un concierto de The Rolling Stones.

Ahí están. Aunque sea imposible que estén vivos, luego de cinco décadas de sexo, drogas y rock and roll. Mick Jagger, elegante como siempre, imparable, encendido, sexy; Keith Richards, el mago de las cinco (no seis) cuerdas grasientas y blueseras; Ron Wood, el guitarrista elegido para perpetuar el mito y el momificado Charlie Watts, inmerso en un sempiterno compás de 4/4, como reloj, inalterable, imprescindible.

“Start Me Up” y realmente la gente se encendió. La fiesta comenzó, la fiesta del rock and roll.
“Thank you very much. Muchas gracias”, saluda Jagger y se arranca el himno que tiene a 60 mil personas bailando, “It’s Only Rock And Roll (But I Like It)”.

La guitarra de Keith suena hermosa, brillante, a la Chuck Berry, Jagger se quita el saco. “¡Hola México! ¡Hola goey!! Hace 10 años que no venimos a México. ¡Chingón estar de vuelta! Antes tomábamos tequila, ahora tomamos mezcal… Esta es la canción que votaron” y anuncia “Street Fighting Man”, la rola por la que más mexicanos votaron en internet.
El alud de clásicos no para. “Wild Horses” y “Paint It Black”, Ron Wood toca un banjo eléctrico con la clásica forma de la guitarra “de gota” que usaba su difunto antecesor Brian Jones y con la que emula la cítara imprescindible en el tema.
El cencerro inmortal suena. Los fans lo saben. “Honky Tonk Women”, el Foro Sol se enciende en un sólo canto, en un sólo coro acompañados de grasientas guitarras y piano bluegrass.

“SEAN PENN VINO A ENTREVISTARME”

Irónico, sarcástico y chistoso, Mick Jagger dice: “la estamos pasando bien. Sean Penn vino a entrevistarme al hotel”, la carcajada multitudinaria lo interrumpe. “… pero me escapé”, cierra el cantante en alusión a la entrevista del actor hollywoodense y Kate del Castillo con Joaquín “El Chapo” Guzmán.

SE SUBEN AL RING

“… luego fuimos a las pirámides”, continuó el bocón Jagger. “Pero lo mejor fue cuando fuimos a las luchas y Charlie (Watts) se quiso subir al ring”, se burla de los 74 años de su baterista.

Cuando Mick presenta a la banda tiene una deferencia con “mi compadre Keith”, quien canta solo “You Got The Silver” y “Before They Make Me Run”.

Llega el momento más denso, más profundo de la noche. Más de diez minutos de blues con “Midnight Rambler”, una orgía de sonidos del Delta, un deleite de instrumentación, un agasajo de remembranzas. El público se deja seducir y Jagger concluye: “Ustedes son chidos!”.

LAS ÚLTIMAS ¿Y SE VAN?

La lista de clásicos es interminable. “Miss You”, pone a bailar a México y “Gimme Shelter” deja soltar plenamente la voz de la corista Sasha Adams, grandiosa, sexy, negra (no te ofendas Conapred. Es halago, porque sólo una mujer de raza negra puede cantar así).

“Jumping Jack Flash”, “Sympathy For The Devil”, “Brown Sugar”, “You Can’t Always Get What You Want” y “I Can’t Get No) Satisfaction”.

Han pasado 54 años desde que los mozalbetes Mick Jagger y Keith Richards trataban de tocar blues y sí, aún no pueden encontrar Satisfacción.

GINOSEASTBANNER80

KWEAR KAMBRAH