TONY MACALPINE: DEMUESTRA PODERÍO MUSICAL EN MÉXICO

TONY MACALPINE

Tony MacAlpine se presentó en la ciudad de México acompañado por Aquiles Priestar y Bjorn Englen, quienes ofrecieron un gran show, dando prioridad a sus dos primeras producciones.

Texto y Fotos de Rogelio MATAMOROS

TONY MACALPINE
Excelente concierto del guitarrista estadounidense.
Como ya es sana costumbre en el mundo del rock, la presencia de grandes músicos no es ajena en nuestro país. Específicamente en el caso de Tony MacAlpine su relación con México ha sido por demás fructífera.

El guitarrista estadounidense (de Springfield, Massachusetts), quien se dio a conocer en 1986 con el lanzamiento de su trabajo debut, Edge Of Insanity y que obtuvo el reconocimiento inmediato por parte de público y la prensa especializada en los nacientes subgéneros heavy metaleros del neoclásico y el shred guitar, ha visitado nuestro país en varias ocasiones durante las cuales ha presentado clínicas o ha formado parte de la banda de acompañamiento de Steve Vai.

En esto radica la peculiaridad del concierto que presentó Tony MacAlpine en esta ocasión, ya que por primera vez se presentó como solista acompañado por Aquiles Priester, en la batería y Bjorn Englen, en el bajo, con un cartel que ofrecía la interpretación íntegra de sus dos primeros discos, Edge Of Insanity y Maximum Security.

El acto abridor de la noche corrió a cargo de Julio Revueltas y su banda, quienes fueron aclamados como resultado de la estupenda actuación que dieron por alrededor de sesenta minutos. Algo que se escuchó repetidamente entre los asistentes fue el comentario de que tenía años en los que no se sabía de las actividades de Revueltas, por lo que fue muy grato actualizarse de esta manera.

El Rock Son del Centro Histórico presentaba una estupenda entrada y fue así como se recibió a Tony MacAlpine y su banda. Tan solo tres músicos y sus instrumentos sobre el escenario, con el plus de un sintetizador del lado de guitarrista, al cual se acercó constantemente para tocarlo sin despojarse de su guitarra.

Fue así como comenzaron con el Maximum Security como primer plato de la noche, el cual corrió aparentemente sin inconvenientes; pero durante el segundo tiempo fue notorio que Tony tuvo problemas técnicos que incluso lo obligaron a interrumpir sus interpretaciones, motivo por el cual la redondez de Edge Of Insanity quedó inconclusa. De igual forma los temas a piano de ambos discos “Chopin, Prelude 16 Opus 28” y “Etude #4 Opus #10” (ambas de Federico Chopin), desde un principio fueron excluidas del setlist.

Sin embargo estos inconvenientes no mermaron para nada en el grueso de la presentación que siempre mantuvo cautiva a la audiencia que esa noche llenó el lugar y demostró conocer a la perfección el trabajo del guitarrista, pues en determinados momentos hasta coreó varios de sus solos.

A pesar de su sobriedad sobre el escenario, fueron sus manos sobre el instrumento las que hablaron esa noche e hicieron una demostración de la majestuosidad que ya se le conocían por sus grabaciones. Sin la grandilocuencia expresiva de otros guitarristas con los que comúnmente se le emparenta, MacAlpine hizo gala de su cargado estilo armónico y de gran velocidad. Por supuesto que también hubo oportunidad para que Priester y Englen demostraran sus habilidades por separado a través de los momentos que les correspondían para hacer gala de su técnica.

Fue así como se desarrolló esta esperada presentación de Tony MacAlpine, la cual también sirvió para constatar que los problemas de salud que lo aquejaron recientemente, han quedado atrás o al menos no han sido superiores a su pasión musical.



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